Cap 1

‘’Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras’’

Todo parecía tranquilo a media mañana por el centro de Williston (Dakota). Bueno, todo menos el Sr Allen, el cual no volvía muy contento de la inmobiliaria.

En casa, Tiffany esperaba a su padre impacientemente, había visita inesperada, de la cual Tiff no sabía para nada.

Y allí estaba él, con traje y corbata. Se sentó, tragando saliva, justo en frente de, al parecer, una señora bastante mayor, pero seria, que no tenía muy buena cara que digamos.

-         Tenéis que iros ya, o tendrás serios problemas Sr. Allen – dijo por ultimo aquella extraña señora después de un rato de incomprensibles palabras que Tiff no entendía para nada.

-         Pero es mi hogar, no me puede arrebatar mi hogar. Pagaré – La señora se levantó y se dirigió a la entrada sin escuchar apenas nada al padre de Tiff

-         Ya he oído esas palabras antes – dijo cerrando la puerta de golpe.

El Sr. Allen se quedó con la palabra en la boca  y se dejó caer en el sofá

-         ¿Papá?

-         Haz las maletas Tiff, puede que nos vayamos durante un tiempo

-         Pero Papá, ¿y la casa? ¿Qué ocurrirá?

-         ¡Que hagas las maletas, Tiff!

A la mañana siguiente tuvieron que despedirse de la mansión Allen, según David Allen, durante un tiempo, pero, el futuro al parecer no diría nada de eso.

Tiffany comprendió que desde la muerte de su madre todo iba de mal en peor, que su vida empezaba a ser una contraposición de como era antes, que echa de menos tantas cosas que antes podía contener y dejaría muchas cosas atrás de las que siente ahora.

Sí, su madre fue asesinada a sangre fría por nosesabequién, que desde hace 4 años, se anda investigando el caso. El Sr. Allen, se mintió y sigue mintiéndose a sí mismo, pensando que ella aún sigue viva, a su lado. Esto, en el trabajo fue lo que le causó el despido, sí, por ser según ellos ‘’un descerebrado mental’’, y de ahí perder todo lo que tenia. Todo menos Tiff.

Bueno, no nos vayamos del hilo. Tiffany y su padre, anduvieron durante horas debajo de la lluvia hasta encontrar cobijo en una escalera enfrente de un edificio en pleno centro de Williston

-         Duerme, mañana será otro día - decía él, con la esperanza de que así fuese.

Tiff durmió por fin, mientras el Sr Allen se quedó despierto bastante intranquilo.